Los mercados de todo el mundo están experimentando uno de los momentos más turbulentos de la historia. La guerra, la inflación, los retrasos en la distribución, las subidas de tipos de interés y una pandemia global han provocado que algunos mercados caigan a niveles anteriores a 2020, más de lo esperado.
En el entorno desafiante que vemos este 2022, muchos inversores se alejan del riesgo y sigue el goteo incesante donde no vemos fondo. La inversión de crecimiento en busca de un papel más defensivo puede ser la solución.
Écha un ojo a estos ETF (Fondos de Inversión Cotizados, por sus siglas en inglés) si piensas a largo plazo y eres un inversionista en crecimiento, ahora podría ser el momento perfecto para tomar una posición en ETF que cotizan a niveles más atractivos que hace seis meses o incluso un año.
El Vanguard Growth ETF ( VUG ) es el líder entre las opciones de crecimiento de gran capitalización.
El ETF Vanguard Small-Cap Growth ( VBK ) proporciona exposición a unas 750 pequeñas empresas estadounidenses con características de crecimiento (y una capitalización de mercado media de poco menos de 6.000 millones de dólares)
El ETF Vanguard Mid-Cap Growth ( VOT ), centrándose en acciones estadounidenses de tamaño mediano .
El ETF iShares US Technology ( IYW ) analiza industrias específicas orientadas al crecimiento dentro del sector tecnológico.
El ETF iShares MSCI USA Momentum Factor ( MTUM )
El ETF de Invesco S&P 500 GARP ( SPGP ) consta de aproximadamente 75 acciones que son componentes del S&P 500
El iShares MSCI EAFE Growth ETF ( EFG )
El ETF ARK Fintech Innovation ( ARKF ) se enfoca solo en compañías de tecnología financiera
El ETF First Trust Nasdaq Cybersecurity ( CIBR )
El ETF BlackRock US Carbon Transition Readiness ( LCTU )
El invertir en ETF resulta igual de fácil, sólo debemos tener una cuenta de valores con un bróker y comprar participaciones como si fuesen acciones de Bolsa. Los ETF pueden ayudarte a mejorar tus ahorros utilizándolos como elemento adyacente en tu cesta global de fondos de inversión. El éxito a largo plazo de una acción que cotiza en bolsa se basa principalmente en su capacidad para continuar aumentando las ventas y las ganancias y empujar el precio de la acción hacia arriba.
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