Algunas de las reformas más comunes y recomendadas antes de alquilar una propiedad son:
- Renovar el baño: cambiar sanitarios, suprimir el bidé, sustituir bañera por ducha. Esto actualiza el baño y lo hace más amplio y accesible. El precio medio está entre 2.000€ y 4.000€.
- Construir armarios empotrados: el espacio de almacenaje es muy valorado por inquilinos. Los armarios empotrados aprovechan huecos y espacios para lograr amplitud.
- Cerrar espacios exteriores: en pisos pequeños, cerrar una terraza o patio poco útil para incorporarlo a la vivienda puede revalorizar el espacio, especialmente el salón o las habitaciones.
- Instalar sistemas de calefacción y refrigeración: la climatización es un punto muy valorado por inquilinos, sobre todo en verano e invierno.
- Pintar paredes: una mano de pintura refresca y actualiza la vivienda sin mucha inversión.
- Cambiar mobiliario: actualizar muebles y electrodomésticos desgastados mejora la imagen del piso.
- Reparar desperfectos: arreglar goteras, humedades, averías eléctricas o de fontanería es responsabilidad del propietario antes de alquilar.
En general, las reformas deben enfocarse en actualizar la vivienda, aprovechar mejor los espacios, mejorar la climatización y reparar desperfectos para ofrecer una imagen cuidada y atractiva a los inquilinos potenciales.
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