La corriente Slow Finance prioriza aquello que te hace sentir bien y promueve una gestión inteligente del tiempo.
Ten presente que el plazo de vida de la inversión es un aspecto clave; el periodo durante el cual el capital estará invertido variará mucho en función de si tu postura es más conservadora o más agresiva.
Mantente invertido, piensa en el largo plazo e invierte poco a poco.
Evita dejarte llevar por las dinámicas cortoplacistas que pueden hacer que se tomen decisiones impulsivas que, a la larga, son «casi siempre perjudiciales».
Esta forma de inversión es la receta del éxito inversor. El slow living es una filosofía idónea para que nuestro dinero crezca de forma sostenible con el tiempo.
También tiene inconvenientes, el principal es que puede resultar aburrido, aunque lo aburrido funciona y es rentable a largo plazo.
Debes tener en cuenta:
- Contrata productos y servicios que entiendas.
- Se paciente.
- Piensa a largo plazo. El largo plazo es el rey.
- Mantente fiel a una estrategia.
- Si parte de tu cartera no atraviesa un buena racha, no hay que bloquearse y actuar llevados por el pánico. Evita tomar decisiones basándote en el pánico o en la euforia.
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